Hace rato que tenía pendiente la tercera parte (creo que con la cuarta ya termino) del viaje a NY. Ahora que veo las fotos denuevo mientras escribo este post, me da una nostalgia terrible. Que ganas de estar allá nuevamente y por qué no decirlo, de haberlo disfrutado aún más.
Esta parte comienza en Little Italy, una comida que dijimos nos íbamos a regalar, aunque no fuera barata. Nos arreglamos, nos fuimos a un lindo restorán y pedimos cosas ricas para comer.
Fue una noche bastante agradable. La comida estuvo muy rica, no nos costó tanto como pensamos y el mozo que nos atendió, que era peruano, nos contó mucho de su vida en NY. Estaba feliz de poder hablar en español con nosotros. Nos atendió como reyes!
Mi outfit de esa noche era el vestido Topshop que me regaló mi pololo para mi cumpleaños y mis nuevos Lita de Jeffrey Campbell que había comprado hace un par de días. Obvio que me costaron millones de pesos menos que cuando me los encargué, donde además tuve que pagar impuesto!
Al día siguiente teníamos planeado ir a Coney Island, que es donde están los parques de diversiones de NY. Es un lugar más antiguo que el propio Disney. Paramos a desayunar primero en un lugar muy lindo en el Soho que se llama Bread. Si van al Soho y quieren desayunar, este es un muy buen lugar.
Como ven, comimos cosas muy ricas y aunque no estamos acostumbrados a esos desayunos en Chile, allá comíamos como gringos jaja. Uno no puede no probarlo todo estando en otro país, simplemente no puede privarse de esas cosas. Da lo mismo la dieta, los kilos. Las vacaciones son eso, pasarlo bien, comer, pasear, caminar. Creo que por los sabores y olores es que uno más recuerda una ciudad. NY tiene muchisimo de eso, tiene mezcladas tantas culturas que puedes encontrar de todo para comer, visitar, etc. Es el paraíso de las personas que buscan algo más que la rutina.
Como ven, somos de esas hermanas que no se enojan si se copian la ropa jaja. Nos compramos la misma polera en topshop y los mismos anteojos en Three Monkeys Eyewear (no me los puse para no andar iguales) pero a nosotras no nos importa copiarnos. Linda mi hermana, se veía tan regia y estilosa! Se merecía una foto de outfit (Muack!).
Después del desayuno nos tomamos el metro hasta Coney Island, hay que cruzar hacia el otro lado de la ciudad, como camino a Brooklyn, pero más lejos todavía. Nos habremos demorado unos 30 minutos en metro.
Cuando llegamos las sensaciones fueron varias. Primero te deslumbra el hecho que es como estar en otra ciudad. La gráfica de los locales, la gente y el ambiente es muy diferente a Manhattan. Cuando ves los juegos sientes que llegaste a ese lugar que soñaste toda tu vida cuando eras chico.
Estaban estos circos bizarros, donde anuncian que tienen a las guaguas de 2 cabezas, a la mujer leopardo, etc. Weird y creepy era poco.
Los juegos eran impresionantes. Altos a más no poder, antiguos algunos y todo te daba la impresión de estar metido en esas películas de los años 60-70, donde los chicos invitaban a las chicas a subirse a la rueda de la fortuna o a la montaña rusa de madera. Para resumirlo de alguna forma, este era el escenario perfecto para esas películas de terror con payasos asesinos que transformaban a la gente en algodón de azúcar con sus pistolas. Este era el lugar sin duda. Era como estar en una dimensión paralela y haber retrocedido en el tiempo unos 50 años. Todo era antiguo! Después de un rato nos empezó a dar una sensación de fobia. No se explicarlo en verdad. La gente era rara también.
Zoltar. Se acuerdan de él, cierto? De la película de Tom Hanks donde se despierta convertido en un hombre de 30 años, pero es un niño de 13.
Con mi hermana nos subimos a este juego que era increíble. No tengo idea a cuántos metros de altura te elevaban, pero eran muchos, veías la playa chiquitita, a la gente como hormigas, y era como el ciclón, te subian y bajaban dando vueltas, había un "carrito" a cada extremo de ese gran brazo, entonces cuando nosotras subíamos los otros bajaban. Lo terrible era cuando te dejaban arriba harto rato mientras se subían los que estaban abajo al carrito. Te dejaban fácil 5 minutos colgando. Fue super nervioso, pero no me arrepiento de la experiencia!
Lo malo es que mi pelo quedó enganchado en esa cosa que te ponen encima para afirmarte, y como no me di cuenta, estuve todo el rato con el pelo ahí que se me llenó de grasa de máquina. Tuve que ir al baño a lavármelo con jabón. Hacía tanto calor ese día que no fue mala idea mojarse, pero terminé asquerosa.
Almorzamos ese día todas esas cosas que solo habíamos visto en películas. Papas fritas con forma de papa frita artificialísima con queso cheddar y esas salchichas envueltas en maiz que vienen en un palito. Son demasiado riiiiiicas!!!
Hicimos una carrera de caballos y mi pololo fue el ganador jaaja. Yo quería ganarle!
Estuvimos hasta muy tarde en Coney Island y llegó un punto en el que ya estábamos mareados de tantos juegos. Nos fuimos al departamento y descansamos un rato. Nos bañamos y volvimos a salir cerca de donde nos estábamos quedando para investigar un poco más. Fue así como en el sector de Nolita (El soho se divide en Soho, Noho y Nolita) nos encontramos con este lugar maravilloso, llamado "Tacombi", que como su nombre lo dice, era una especie de galpón, donde en una combi había un tipo preparando tacos mexicanos.
Era todo al estilo mexicano, pero como de los años 60. No vendían bebidas, sino las típicas "aguas" que uno veía en el Chavo del 8. Había de tamarindo, de acapulco, de sandía y otra que no me acuerdo.
El sistema para comprar era comprando esos tickets que se ven en la foto. Entonces 2 de esos eran un par de tacos pequeños con relleno a elección.
Esta era una mesa VIP que había, donde había muchas modelos y tipos guapos. Al parecer era el cumpleaños de una de ellas. La colorina que en esta foto no se ve muy bien, era maravillosa!!
La decoración era muy sencilla pero perfecta. Las lucecitas daban un ambiente único y todo era autoservicio. Uno iba, compraba sus tickets, pedía en la combi o en la barra su "agua". Fue muy entretenido!
Después de Tacombi, seguimos caminando y encontramos en un minimarket esta marca de agua que nos encantó y no pudimos no comprarnos una para traernos la botella de recuerdo. El agua se llamaba "Drink Waahtaaaaa" jajajajaja...and feel supaaaah!!! Era como "tu cuerpo està hecho en un 75% de agua, entiendes el punto? Eres como una piscina con piernas, asi que: LLENALA! Me encantó como trataban de crear conciencia de tomar agua, casi retándote jajaja.
Después llegamos a un lugar que prometía tener el mejor pastel de chocolate del mundo. Qué me han dicho, mi favorito. Tuve que entrar, comprar un trozo y probarlo para ver si era verdad.
Que a ustedes no los engañe. No era el mejor del mundo. Tenía capas de merengue de chocolate y ya con eso, al menos para mi, mataron todo el concepto de lo que es un pastel de chocolate. Rico, pero JAMAS, el mejor del mundo.
Después nos topamos con este kiosko, que si uno de sus objetivos de ir a NY es traerse libros o revistas de moda, no pueden no ir a este lugar. Tiene de todas las revistas habidas y por haber y de todos los países, había hasta Vogue Japón! Baratas no era, pero me compré una ID y una In Snap que la amé. Recopilaba los mejores looks de la calle de los fashion weeks europeos.
En esta foto pueden ver la dirección del kiosko: 63 Spring St. Eso sigue siendo el soho creo.
Espero les haya gustado la tercera parte, que exploraba un poco lo menos típico que hace uno en NY, lo de Coney Island de hecho no lo teníamos planeado, lo decidimos estando allá, de hecho el mismo día que fuimos al Zoo del Bronx.
PD: Me preguntaron datos de hostal en NY o alojamiento. Yo arrendé un departamento y lo hice por esta agencia (www.urbanliving.net) pidan hablar con Martha Morales, ella nos ayudó a nosotros a buscar un lugar. Es una empresa seria, se las recomiendo.